El pasado

Ayer descubrí que hasta los más grandes han sido repudiados en alguna ocasión. El Crítico Larrauri se encontró ayer de repente con un episodio amargo de su pasado. De paseo por Getxo nos encontramos con un bar llamado La Venta donde nos confesó, con esa humildad que solo poseen los elegidos, que en ese lugar una novia le había dejado. El momento fue aprovechado por los que nos acompañaban para animar a nuestro Romeo como sólo ellos saben. “No me extraña”, dijo uno. Otro fue más allá: “Seguro que a la chavala le han quedado secuelas”. El tema dio para que cada uno contara alguna vivencia parecida. Hubo de todo, a unos les dejaron por teléfono, a otros por sms, y, a la mayoría, por bobos. Yo ya conté en otra ocasión el caso de un amigo al que la novia le dejó para meterse monja. El que no se consuela...