Uno no deja de sorprenderse con la sabiduría popular. Ha pasado por la oficina un visitante habitual, alguien que en otras ocasiones también ha aparecido en este blog. Es un hacha a la hora de emitir opiniones o de dar recomendaciones. Hoy, a la hora de la despedida, ha soltado, como quien silba, que"antes de ir a trabajar tengo que pasar por la frutería a recoger un saquito de lentejas que me han preparado. Luego en casa lo meto en el microondas y me lo pongo en la espalda, que me duele. Es mano de santo". No admito preguntas. Trabajar igual no trabajo - o sí-, pero aprender, lo que se dice aprender, fijo que no.
El saquito, ¿solo con lentejas o también con sus sacramentos?
ResponderEliminarA mi también me duele la espalda y voy a probar ese remedio. Lo único que como soy más alto que el, igual necesito fabes o alubiones.
EliminarCuando le veas comentale.
No dejes de tomar la medicación de golpe, que luego te obsesionas con las cosas más sorprendentes.
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