
Sigo en San Sebastián. Mañana vuelta a la normalidad. Desde la última entrega he visto sólo una película recomendable, "Five minutes of heaven". En un principio todo hacía presagiar que se trataba de una más sobre el tema de Irlanda y que gracias a un guión perfecto, unos actores excepcionales y un director con mirada propia, Oliver Hirschbiegel, el de "El hundimiento", consigue que me crea que todavía es posible hacer una película sobre un tema que creía agotado. Igual la clave está en que el director es alemán. También me ha gustado durante bastante metraje la turca "11´E 10 Kala", la pena es que dura algunos minutos más de los que las butacas del Victoria Eugenia recomiendan. Además, tiene como aliciente que uno de los protagonistas es Estambul, ciudad que he visitado este año y que me trae gratos recuerdos y algunas añoranzas. La mayoría de los lugares que aparecen los conocía por lo que no me ha resultado difícil conmoverme con la historia de un anciano cuya lucidez es su mayor problema. Dentro de un rato me voy al Principal a ver una película chilena, "Ilusiones ópticas", luego picar algo y a la cama. Mañana se acaba para mi esta edición del Festival de Cine de San Sebastián. La de "El secreto de sus ojos", Campanella, Darín y el resto del reparto. Sólo por ellos hubiera merecido la pena.
Un libro: "Estambul, ciudad y recuerdos", de Orhan Pamuk
Una película: "Cruzando el puente: los sonidos de Estambul", de Fatih Akin
Una canción: "Ese amigo del alma", de Lito Vitale
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