
Es sabido por todos que lo que nos une a las personas es la animadversión a alguien. Lo más recurrente es el jefe. Esta situación está cambiando. Lo que une a las personas en estos momentos es una frase. Sí, me refiero a la ya tradicional "los funcionarios son unos privilegiados". La dice cualquiera. El paria y el explotador, los altos y los bajos, los guapos y los feos. A todos se les ve encantados de que nos vayan a bajar el sueldo. Se les ve felices. Además, generalizan que es un primor. Como si todos los funcionarios fueran iguales. Y lo más surrealista es cuando te lo dice una persona que sabes que es una privilegiada de verdad. Pero tienen la gran excusa: "no son funcionarios". Vienen malos tiempos.
Quiero demostrar con un ejemplo la gran labor que realizan los funcionarios y desmontar esta gran farsa. Es una prueba de agudeza visual. En la foto, como es obvio, hay tres personas. Una de ellas es un funcionario. Es el que demuestra que cuando hay que dar el callo es el primero. Que se entrega como el que más. Que mete las horas que haga falta. Y que no espera nada, ni moscosos, ni dietas por kilometraje, ni leches. Sí, has acertado, él es el funcionario. Los otros dos, un par de anodinos civiles. Se ve que fingen.
Fugi, has "desmondado" la farsa muy bien!
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