Un hombre solo
Esta fotografía refleja toda la tragedia de la emigración. Un hombre solo, con su mochilita roja -¿llevará dentro mudas limpias?-, ese móvil que nunca suena y ese gesto como que manipula un objeto de última generación cuando se ve claramente que es un mapa de la ciudad que le ha acogido. Y lo más dramático, conociendo al personaje, ni un vaso, ni una botella encima de la mesa. Hoy mismo me pongo en contacto con la embajada española en Nueva York para que paren esta tragedia. Este hombre, un día no muy lejano, estuvo en la cumbre. Le recibió Spielberg. Me duele esta fotografía.
Fugitivo, qué fácil es presentar el drama de un hombre con la coartada perfecta que ahora te da la distancia. Si así pasa sus días, no sabéis lo que son sus noches. Despues de vagar en bicicleta por las calles de una ciudad desconocida y hostil, se retira a descansar a un lugar de esos que un poeta eligiría para suicidarse. Y allí, solo, envuelto en un aire irrespirable se acuesta esperando a que la luz de un nuevo día se filtre por unas cortinas de cartón que ha puesto y le traiga mejor suerte.
ResponderEliminarPocas cosas me han dolido tanto como dejarle en aquella cama, inmovil, haciendo ruidos como un animal herido.
Llamadle joder!
Yo no hablo por teléfono.
EliminarYo a lo mío...Mañana a Coney Island.
ResponderEliminarAyer, menudo fiestón con Adolfo, el Patrón, Eugenio, Txutxi, Desmon, Arantza, Juanito Viadas, Cuchipilichi,... ¡Muy fuerte!
EliminarY tú a Barcelona con el sobrino...Eso si que es una tragedia...
ResponderEliminarNo te metas con Teddy, que no puede defenderse con su mesura y claridad de exposición habituales.
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