La crisis ha dejado a la cuadrilla malherida. Los días de
vino y rosas permanecen en nuestra memoria como algo lejano, casi del siglo XX.
La última vez que nos reunimos al completo fue para celebrar la Fiesta de la
Cerveza en el restaurante Atea. Nada más sentarnos a la mesa descubro que a
varios ¡no les gusta la cerveza! Que chiquillos. No sé si voy a poder vivir sin
esas dosis de insustancialidad. Ellos son así, van a la fiesta de la cerveza
porque les va el jolgorio. Si fuera la fiesta del morzongo, también serían los
primeros. La cuadrilla.
Cuanto daño están haciendo las maratones a esta cuadrilla...
ResponderEliminarHemos perdido a Teddy por culpa del deporte. Dicen que se puede dejar, pero es imprescindible querer hacerlo. Esperemos que tenga la fuerza suficiente para, al menos, intentarlo. Que sepa que le esperamos...
EliminarYo tengo un amigo que consiguió dejarlo. Suerte...
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