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Ayer, en mitad de la calle Ledesma, me ví debatiendo sobre uno de los problemas que más preocupan a la humanida: ¿Es Penelope Cruz buena actriz? Una discusión tan absurda como esteril solo podía terminar a gritos. Y claro, ahí soy imbatible. Soy al que más se le oye, sobre todo para descalificar al resto de contertulios. En mi defensa debo decir que solo utilizo técnicas rastreras cuando el tema se nos ha ido de las manos. En un debate serio, reflexivo, en el que cada uno expone sus argumentos con decisión y conocimiento, los gritos no tendrían cabida. Ayer intenté en vano -"es en vano" es mi frase de cabecera de 2012- que mis acompañantes entendieran, al margen de gustos personales, el mérito y la dificultad que entraña un camino como el recorrido por la actriz madrileña. Penelope Cruz, a sus 38 añitos, ha sido nominada en tres ocasiones a los Oscars -ganadora en una ocasión- y a los Globos de Oro, ha conseguido tres premios Goya, un premio de interpretación femenina en el Festival de Cannes, el Premio Bafta de la academia de cine inglesa, el David de Donatello que concede la academia de cine italiano y en 2006 fue reconocida como la mejor actriz en los Premios de Cine Europeo, además de innumerables galardones y el reconocimiento de sus compañeros de profesión. Inteligencia, valentía y espíritu de lucha. ¿Buena actriz? Algo tendrá...