Aunque la visita a Madrid fue de apenas 24 horas, me dio tiempo a dar una vuelta por Malasaña. Lo que más me llamó la atención es la cantidad de chavales con barba y chicas pizpiretas que pululan por sus calles. Donde antes había un ambiente algo canalla, ahora todo es flower power. Recuerdo el nombre de algunos garitos: La Bicicleta, La Realidad -¡"gin tonics & micropoesía" es su lema!- o Tipos Infames, una librería con bar, o viceversa. Y tiendas vintage a cascoporro. Y barbudos por doquier. Como os lo cuento...
Querido, este comentario parace del abuelo Cebolleta. Te ha faltado " dónde vamos a ir a parar...."
ResponderEliminarEs que se están pasando.
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