
Sé que ayer escribí que me piraba durante una temporada, pero es que no me dejan. Es que se oye cada cosa por la calle que lo tengo que contar. Por estas fechas es muy recurrente la frase "¿Y para cuando un día del orgullo heterosexual?". Sabes que detrás se esconde seguro un imbécil de campeonato. "No son presos políticos, son políticos presos", es otro martirio para mi cerebro dañado. Pero la que hoy me ha sacado de mis casillas ha sido una frase de ámbito local, como de Bilbao de toda la vida: "Lo que le falta a Bilbao es vida nocturna durante la semana. Un lunes no hay ningún sitio a dónde ir por la noche". No, no la ha dicho el dueño de un pub o discoteca, uno de esos que vive de molestar a sus vecinos, se la he oído a un tipo anodino, a un pobre hombre con pinta de levantarse de lunes a viernes a las 7 de la mañana para ir a trabajar. Me han dado ganas de gritarle: "¡Pero si te metes a la cama todas las noches a las 10 porque tienes que madrugar, hijo de la gran puta!". Lo bueno de Bilbao es que no hay vida nocturna de lunes a viernes, que la ciudad puede ser vivida con normalidad por sus vecinos y no está pensada para que hordas de mamarrachos se paseen metiendo ruido por sus calles de madrugada. Alguien lo tenía que decir. Ahora si que me piro...
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