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miércoles, 2 de diciembre de 2009
El chino
Llevo unos días intentando escribir algo interesante sobre mi estancia en Hong Kong. Hasta hoy no he entendido la razón por la que me resultaba imposible hacerlo. El motivo es muy sencillo: pretendía dármelas de profundo y argumentar más allá de lo evidente con el objetivo de deslumbar a mis lectoras. Y no se. Lo mio son las tonterías. Es un terreno en el que me muevo con soltura. Algo parecido me pasa con el chino. No es tan difícil como dicen. Lo importante es fijarte bien en los rótulos de las calles. Hablar no vas a hablar el idioma pero te sirve para conocer las palabras básicas. Yo ya retengo unas cuantas: Hermes, Prada, Cartier, Louis Vuitton, Nike,...Vale, de acuerdo, el chiste es muy malo pero es que los chinos aburren con su ansia consumista. Miles y miles de personas están en la calle todos los días comprando compulsivamente. Lo he visto y juro que dan miedo. Huyendo de esa realidad nos hemos acercado hasta el Museo de Arte de Hong Kong. Urtzi ha aprovechado para hacer negocios con los responsables de la Cinemateca. Después hemos dado unas vueltas por las diferentes salas del museo. La China milenaria nos contemplaba cuando de repente oigo una voz masculina que dice: esto lo tienes en cualquier tienda de Bilbao. Me doy la vuelta y veo a una pareja de unos 40 años, el con visera y ella con teñido rubio, así como en plan cultureta. Sólo puedo decir que él parecía el listo de la pareja. Para que os hagáis una idea.
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Eh, chicas!!!!! Dice que nos quiere deslumbrar! Es el mejor! Deslumbrar! Mejor me callo...lo dejo aqui...
ResponderEliminarBienvenido al nuevo socialismo chino, Félix.
ResponderEliminarY no les habéis dado unas ostias!
ResponderEliminardeslumbrar?? sencillo lo tienes ... robale la bata de urtzi.
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