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jueves, 8 de noviembre de 2012

Coherencia


Los posicionamientos políticos recientes de dos famosos han incendiado las redes sociales. Primero, Clint Eastwood y su apoyo al candidato republicano en las elecciones de Estados Unidos. Por aquí, la cesión de Joaquín Sabina al partido catalán españolista Ciutadans de la letra de un hipotético himno de España que el cantante escribió hace unos años. ¿Es imprescindible para que nos guste un artista coincidir con su pensamiento político? Lo digo porque he oído todo tipo de reproches tanto a la actitud del cineasta norteamericano como a la del poeta andaluz. Y venían de gente que antes de su pronunciamiento sentía admiración por los citados y que ahora los cuestiona tanto política como profesionalmente. También reprochaban, especialmente al cantante de Úbeda, su viraje político hacia posiciones conservadoras.  Otra pregunta: ¿es criticable cambiar de ideología política a lo largo de una vida? Yo pregunto, por si alguien me aclara las dudas planteadas. Yo solo sé que voy a seguir yendo a ver las películas de mi admirado Clint y sobre Sabina, me da que su actitud tiene el objetivo de epatar más que el de apoyar a un partido con el que no le une nada.

"Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: No estoy de acuerdo". Joaquín Sabina

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