viernes, 9 de noviembre de 2012
De camping
El viaje de Ana Botella a Portugal a descansar nada más suceder la tragedia del Madrid Arena retrata la catadura moral de la alcaldesa madrileña. Nada nuevo bajo el sol. A mi lo que me ha sorprendido de esta historia es el afán de algunos periodistas por destacar lo evidente e incidir en que fue a "un hotel de lujo". ¿Qué pensaban, que los Aznar iban de camping?
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Hay que reconocer la capacidad de esta gente para hacer negocios... aunque esta vez les haya salido mal. En el caso de Ana Botella es comprensible si tenemos en cuenta que es la suegra de Agag, un tipo que en una década ha pasado de ser un don nadie a un gran magnate.
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