Mi segunda vez

Soy un enamorado de las comedias románticas. Me imagino que porque no tienen nada que ver con la vida. Me gusta ese mundo de colores, de hombres y mujeres guapos y despreocupados de los problemas cotidianos. Nunca les falta de nada. Así sí es posible el amor. Ayer vi “Mi segunda vez”. Trata sobre dos seres encantadores cuyo único inconveniente para ser felices juntos es la diferencia de edad. Ella, una mujer madura, se separa al descubrir que su marido, además de engañarla, es idiota. Se va del pueblo donde vive a Nueva York y en dos días ya tiene un buen trabajo y sus dos hijos viven la separación como si su vida no hubiera sufrido ningún cambio. Me da que ellos también sabían lo gañán que es su padre. Por su parte, él es el típico joven al que acaba de dejar su pareja, un buenazo, guapo pero sin ofender a la parroquia masculina y lo suficiente como para encandilar a la femenina. Todo transcurre según lo previsto y, razón principal por la que me gusta “Mi segunda vez”, sus creadores no se avergüenzan de ello. Y tiene el final más cursi y empalagoso visto en los últimos años. Y a una sublime Catherine Zeta Jones, digna sucesora de otras grandes damas de la comedia. En resumen, id a ver “El silencio de Lorna”, la ponen en la sala de al lado y es una película de las de pensar, que ganó el premio al mejor guión en el último Festival de Cannes. No os arrepentiréis.