El periódico de hoy anuncia el cierre de Casa Nicolasa, el legendario restaurante de San Sebastián con 98 años de historia, y descubro que he sido una de las últimas personas que ha tenido el placer de disfrutar con la cocina de José Juan Castillo. Una experiencia única que recientemente comenté en mi repaso al Festival de Cine de Donostia de este año. Como anécdota, el último comensal en abandonar ayer el restaurante fue Loquillo. Al leer la noticia entiendo mejor el comportamiento y las palabras del maestro Castillo, con quien Desmon, Mikel y yo tuvimos la suerte de compartir mesa y anécdotas aquél día. En ningún momento nos comentó la decisión que ya tenía tomada de jubilarse y cerrar el restaurante. Sus palabras transmitían vitalidad y amor a un oficio que ha sido su vida y nos confesó que aunque participó en el nacimiento de la nueva cocina vasca no quiso desviar a Casa Nicolasa “de la tradición”. Un grande de los fogones.
"Para ser universal hay que ser local". Joan Miró
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