Ni en el trabajo se puede estar tranquilo. Ayer pasó un tipo por mi oficina que me preguntó que qué voy a hacer en nochevieja. Sin habla, me dejó. ¿Un caso aislado? El lunes, otro habitual, nada más traspasar la puerta de entrada, soltó un inquietante ¿qué ha hecho la Ponferradina? Hoy el tema se nos ha ido de las manos. “Aquí lo que hay que hacer es coger una pistola. Sobran muchos”, ha amenazado un octogenario que no encontraba respuesta a sus interrogantes. ¡Y no trabajamos de cara al público! Y luego está mi jefe...Lo importante es no mirarles a los ojos. Es imposible aguantarles la mirada. Son más fuertes...
“Vivirás en paz... si te dejan”. DESMON
Es tarde para la paz Fugitivo. Demasiado tarde.
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