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martes, 19 de octubre de 2010
Perfección
Hay personas que son tan brillantes e inteligentes que desmoralizan al más optimista. Me refiero a esa gente que destaca en su profesión, que es ecuánime en sus opiniones, que tiene amigos maravillosos y que nunca habla si no tiene nada que decir. Además, suelen expresarse en varios idiomas y, en algunos casos, están de buen ver. Y siempre tienen a su lado a la pareja perfecta. Intentan aparentar que son como tú o como yo pero no cuela. Uno de esos especimenes es Enric González: agudo articulista, corresponsal de prensa brillante, culto, políglota, amigo de sus amigos y enamorado de su mujer como el primer día. O eso me parece después de leer “Historias de Roma”, un libro imprescindible para todos los que hayan pasado unos días en la capital italiana. La misma sensación que tuve con “Historias de Nueva York”. No he leído su libro sobre Londres o el calcio, pero acabaré haciéndolo. Ahora anda por Jerusalén, como corresponsal de El País, seguro que acompañado de su maravillosa mujer y haciendo nuevos amiguitos del alma, como un Camps cualquiera. El peligro es que tanta perfección puede acabar cansando. ¿Envidia? No, no hay motivo...
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Un libro muy divertido, cierto es.
ResponderEliminarA mí me gustan los profesionales. Sean camioneros, productores, electricistas, cocineros...La perfección no la conozco, pero sí, seguro que agota.
ResponderEliminarSí... Me parece que un tal Félix Díaz es uno de esos tipos... No sé por qué...
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