Seguidores

jueves, 6 de marzo de 2014

Palurdos

Hay ganas de insultar. Hoy me he levantado con el morro torcido. "¿Te pasa algo?", me ha preguntado mi jefe. "Sí, que me repugna tu presencia", le he contestado para mis adentros. Algún día va a pasar algo. Se me va a escapar lo que pienso y la voy a armar. El otro día le conté una historia a un amigo, en plan secreto, y hoy me ha venido otro cantándome la misma película con añadidos de su propia cosecha. Ya sé que cuando le dices a alguien "no lo cuente por ahí" se va a enterar todo cristo. Lo que me ha impresionado es que lo que no eran más que meras conjeturas se han convertido en certezas, rubricadas con el consabido "no hablo por hablar,  estaba yo allí". Nos encanta meter morcillas, da igual que la historia sea ya de por sí bastante increíble. En el fondo, somos como Osinaga, Arturo Fernández o Paco Martínez Soria, que siempre dejaban su huella en las obras que representaban. Unos palurdos.

1 comentario: