Ayer volví al gimnasio. Mi médico insiste en que tengo que hacer ejercicio y por intentarlo que no quede. Nada más pasar el torno de acceso oigo como un chaval bien parecido, un musculitos con camiseta fosforita ajustada le dice a otra persona humana del mismo estilo: "ahora estoy leyendo "Ética" de Spinoza". ¡Cágate lorito! Lo primero que pensé es que me iban a echar del gimnasio por inculto y no por vago. Estuve descentrado la media hora que aguanté subido en una cinta de esas que se mueven. A ver cómo les explico yo que estoy leyendo una novela de Pizzolatto, el de "True detecive". Me van a echar.
Bueno, no hay problemas. Stallone escribía libros y pintaba cuadros. Incluso los vendía. No te van a echar. Más bien te van a pedir que corras carreras de cinco kilómetros en pelotas como los antiguos griegos.
ResponderEliminarMe encanta¡¡¡ Lo que hubiera dado por haber vivido en ese momento. El hijolamari
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