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lunes, 2 de noviembre de 2009

En casa

Nadie se quiere quedar en casa. Dos de mis compañeros de trabajo han tenido que arrastrarse por el suelo para reconocer que están enfermos. Uno, que es perspicaz en lo obvio, como decía Juan Carlos, se había dado cuenta que no eran normales esas caras, esos ojos, ese cansancio, ese dolor de cabeza, por no hablar de la fiebre. Sí, reunían todos los síntomas de la maldita enfermedad pero renegaban de quedarse en el hogar, dulce hogar. Decía Antonio Gamero que “como fuera de casa en ningún sitio”. Parece que son legión los que opinan lo mismo. Urtzi es otro que anda por la calle con la lengua fuera y acabo de leer en facebook que ayer domingo fue a trabajar. Y alardea de ello, como diciendo "menuda panda de vagos que estáis hechos". ¿Por qué? ¿Qué ocultan? Una semana en casa, rodeado de libros, revistas, música y películas puede resultar la mejor opción para empezar noviembre. Sobre todo si estás enfermo. Digo yo.

1 comentario:

  1. Si no estoy enferma y puedo hacer pira al kurro soy la mujer más feliz del mundo.

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