Seguidores
lunes, 2 de noviembre de 2009
Un amigo
Cuando volvía para casa me he encontrado con un amigo. Me ha comentado que está en el paro y me ha contado una de esas historias que retratan a las personas. Un resumen: "Solicité al jefe de personal las vacaciones que me correspondían. Me daba largas asegurando que no era el momento más oportuno. Pasaron meses y la situación no cambiaba. Volví a solicitarlas y me contestó que ahora no, que ya las cogería en noviembre. Le contesté que mi contrato acababa este mes, en octubre. "No quieres renovar, entonces no quieres renovar", empezó a gritar. Ví la jugada clara y por dignidad decidí que no podía continuar en semejante sitio ni un minuto más. Seguro que pensaban echarme pero no les iba a dar el gustazo". Esta situación ocurre en 2009, en una empresa solvente, en nuestra querida Euskal Herria. Seguro que el jefe de personal es un hombre de bien, con cuadrilla, txoko, socio del Athletic o la Real, y ejemplar padre de familia. Mi amigo, un parado más. Así nos luce el pelo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este jefe de personal tiene tu mismo curriculum vitae.
ResponderEliminarYo siempre se de lo que hablo
ResponderEliminarMuñeco, quiero explicarte algo: el conocimiento es saber que el tomate es una fruta, la sabiduría sin embargo es saber que no se echan tomates a una macedonia.
ResponderEliminarTú sabes mucho, sí, pero sabio, lo que se dice sabio, no sé...
ResponderEliminar