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martes, 10 de noviembre de 2009
Rumores
“Siempre se van los mejores”. Quien no ha dicho alguna vez esta tontería. La última vez que la oí se referían a una persona que reunía todos los requisitos para idiota del año. Además, si fuera verdad significaría que los imbéciles son inmortales y no es eso. Si es verdad que su compañía se hace eterna, que nunca descansan y que pululan por todas partes, pero también se mueren. Una de las cosas que más pone a un idota es inventarse rumores. Ahora, donde yo vivo, todo el mundo habla de la persona que ocupa la alcaldía, en este caso una mujer. Que si se está haciendo un chalet no se donde, que si ha dejado a su marido para irse con su guardaespaldas, que si es su marido el que se ha ido con una jovencita. Historias que habrán salido de la cabeza de idiotas que algún día se morirán, no lo duden. Yo viví unos años en un pueblo pequeño, a diez kilómetros de Bilbao. Me separé de mi mujer y por el pueblo circuló el rumor de que me había dejado porque me pilló con otro. No se conformaron con decir con otra. En este caso, además de idiota me tocó un reprimido. Nunca había pensado en ello, pero hoy, mientras empezaba a escribir este texto, me he preguntado que es lo que pudo incitar a alguien a inventarse semejante historia. Sabido es que en los pueblos no hay gays, pero yo soy muy amigo desde chaval de uno que vive allí. Y la conclusión a la que he llegado es que esa tiene que ser la razón, que en ese pueblo son de la creencia de que si se tiene un amigo gay es porque se es gay. Y me pregunto, ¿nadie tendrá un colega homosexual o una amiga lesbiana? Pues va a ser que no.
Un libro: “El beso de la mujer araña”, de Manuel Puig
Una película: “Stonewall”, de Nigel Finch
Una canción: “Que sabe nadie”, de Raphael
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Que sería de nosotros sin los idiotas...
ResponderEliminarEstoy leyendo "la vida buena" de Javier Sadaba, no puedo reprimir ciertos titulos de ayuda, no religiosa. Además, un antiguo compañero de trabajo, manifestaba orgulloso, que un libro de filosofia tiene de valor -por lo menos- lo que dan 100 novelas, multiplicaba la sabiduria por 100 dependiendo de la "tenica". Tranquilidad, ahora llega... Pues resulta que dicho autor , afirma que la busqueda de la felicidad pasa por huir de los pesados, idiotas y demás. Por el Diablo, ¿como es posible vivir sin ellos? ¿Como vivir sin "padrastros". Resumo: NO hay que dar por supuesto lo que resulta obvio.
ResponderEliminar¡Ostias, Desmon!
ResponderEliminarUffff
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