Siempre perdiendo

No han tomado posesión de sus cargos y ya me dan grima. Y no hablo de la victoria del PP en España. Allá cada uno con sus vicios. Me refiero a los ganadores en esta Euskadi de mis amores y mis temores. Lo de Bildu es “para mear y no echar gota”. Ver a Oskar Matute gritar “independentzia” o a Peio Urizar “socialismo” es para hacer las maletas y no meter ni el cepillo de dientes. Por piernas. Qué salga pronto de la cárcel Arnaldo Otegi o éstos convierten Euskadi en una romería. En mi pueblo se ha optado por cambiar y yo me alegro, sobre todo por Víctor, gran amigo y seguidor de este blog, al que el pacto PSOE-PP llevaba por el camino de la amargura. Me gusta que mis amigos estén contentos. Ellos que pueden, yo no disfruto ya ni con las victorias. Y con los años dicen que lo que no mejora, empeora. Ayer me fui feliz a la cama y la alegría no me ha durado ni un telediario. Es que es muy fuerte llegar a la oficina y ver que gente con la que no te irías ni a heredar esté eufórica. Y eso que uno es un liberal. Siempre perdiendo.