Empieza a tomar cuerpo una leyenda urbana que dice que mi alto tren de vida se debe a la gestión que hago de los dineros de mis amigos. No es que estemos metidos en algún proyecto piramidal para forrarnos lo más rápidamente posible, no. El bulo hace referencia a que cuando quedamos soy siempre el elegido para administrar el dinero, lo que vulgarmente se conoce como llevar el bote, y que siempre se me quedan algunos eurillos en el bolsillo. Y quiero negarlo. Hoy volveré a tener que cargar sobre mi espalda la pesada losa que supone ser el administraidor. Creo que me eligen siempre para así poder criticarme. A mi, que soy su amigo. Qué no dirán de los famosos...
La leyenda esta creciendo...
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