El lápiz
Esta mañana, en el metro, en el camino hacia el trabajo, he aprovechado los diez minutos que dura el trayecto para ojear la revista Buena Vida, una de esas publicaciones que regala El País los fines de semana y que tan bien mezclan la información con la pura propaganda. De los diferentes temas que aparecen, todos serios pero tratados con la ligereza propia de estos tiempos, me he quedado con uno: "El lápiz es un objeto de culto y su uso, según varios estudios, nos hace parecer más listos en las reuniones". Esta es la mía, me he dicho. Dos horas después, cargado de folios y un flamante lápiz, he afrontado una reunión de trabajo junto a mi jefe y dos compañeras. Todos con bolígrafo menos el listo del grupo. Ha sido empezar a escribir y romperse la punta del lapicero ante la mirada atónita del resto. Se les veía cara de pensar "hace falta ser tonto para escribir con lápiz". Buenos días.
¿Cómo haces esas cosas delante del jefe?
ResponderEliminarHay un dicho castellano que dice "le gusta más (lo que sea) que a un tonto un lapicero". Pues eso.
ResponderEliminarWellcome Back, fugitivo
lo bueno del lapiz es que, al salir de la reunion, puedes borrar todo lo escrito con una goma y guardar el folio en blanco para la proxima reunion
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