Hillary versus Donald

Por fín, hace frío y llueve, una normalidad que me sienta de maravilla. Mañana, en Estados Unidos deciden quién nos gobernará durante los próximos cuatro años, una candidata pringada en mil batallas y avalada por el establishment mundial o un maligno millonario al que apoyan algunas de las organizaciones más siniestras que el mundo ha conocido. Una elección que debería preocuparnos, si no fuera porque aquí también pasan cosas y muy graves. Por ejemplo: "El amigo lotero de Froilán y la hija de Encarna (Azúcar Moreno), enamorados". Lo he leído en El Confidencial, un periódico digital que sabe `poner el foco en lo que verdaderamente nos importa. Yo deseo que gane la pérfida Hillary Clinton. Y que al lotero y a su chavala les vaya de maravilla. Y que siga lloviendo, si puede ser hasta que la riada se lleve todo, y a todos, por delante. 

"Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero lo hacen para estar completamente seguros de que se encuentra de verdad bajo tierra". Georges Clemenceau (1841-1929). Político y periodista francés