Esta mañana, en el bar donde me tomo un café antes de ir a trabajar he pedido un cortado. A la hora de pagar los 1,45 euros que cuesta he decidido no hacerlo con el importe exacto porque hubiera tenido que recurrir a tres monedas de 1 céntimo y a una de 2 y me ha parecido improcedente. Lo he hecho con una moneda de 2 euros. El camarero me ha devuelto una de 50 céntimos y cinco monedas de 1 céntimo. Me parece un buen resumen de lo que espero para este 2020. Feliz año, por cierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario