Cuando veo a Nicholas Cage desparramar en alguna de sus películas, la mayoría, siempre pienso que debería de pagar por interpretarlas. Se nota que lo goza. Lo mismo pensé ayer cuando ví, gracias a FANT Bilbao, el primer capítulo de "30 monedas", la serie de Alex de la Iglesia que se estrena el 29 de noviembre en HBO. La diferencia respecto a Cage es que con Alex disfrutamos todos, los jóvenes, los viejos y los medio pensionistas. Lo pasé tan bien que me tendría que remontar a mis tiempos de pantalón corto para recordar una sensación de alegría parecida. Hay que querer y cuidar a las personas que nos hacen felices. Hay que querer y cuidar a Alex. Por puro egoísmo, por nuestra felicidad.
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