Seguidores

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Bajitos


Hay una televisión belga que satiriza con frecuencia los comportamientos de Nicolás Sarkozy. Parece ser, según la versión de la citada cadena, que en una reciente visita del presidente francés a una fábrica se dio un hecho sorprendente: todos los presentes eran de su altura o más pequeños. Se deduce que por indicación de algún asesor de imagen se había seleccionado a los trabajadores menores de 1,65 cm. Los pequeñitos y los asesores de imagen son así, con las ideas claras. Me acuerdo de una noticia que apareció hace algunos meses con el título "Vagos contra la pared", sobre un ministro italiano en plena cruzada contra el absentismo laboral de los funcionarios. La característica principal de este hombre, según la prensa, es que era bajito. Muy bajito. Pensé en aquel momento que no me gustaría estar en el pellejo de los funcionarios italianos. Un bajito tiene mucho peligro. Alguien tiene que pagar una vida de miradas, cuchicheos y desprecios. Todos los que conozco parecen cortados por el mismo patrón. Han tenido que hacerse paso a codazos y eso imprime carácter. Mi jefe es bajito y el otro día preguntó "¿finalice es con zeta?". Con semejante bagaje ha llegado a director de un centro cultural. ¡Esos codos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario