Se acaba 2011 y habrá que hacer balance de lo mejor que nos ha deparado este año. Me refiero a cuestiones baladíes y no en lo personal o profesional. En el ámbito cinematográfico y sin tener que pensar mucho me vienen algunos títulos a la cabeza: la turbadora y maravillosamente imperfecta "La piel que habito", de Pedro Almodóvar, la aparentemente menor "Un Dios salvaje", de Roman Polanski y "Le Havre", una nueva maravilla de Aki Kaurismaki, esta última aún sin estrenar y que pude ver en el Festival de Cine de San Sebastián. También dentro de este certamen, en la sección Zabaltegi, me sorprendió la que para mi ha sido la mejor interpretación del año, la de Michael Fassbender en "Shame", uno de los próximos y polémicos estrenos. El señor Fassbender es sin duda el actor del 2011 por su participación en otras dos películas más, "Jane Eyre" y "Un método peligroso". Una bestia parda. Seguro que me olvido de un montón de buenas películas. Es lo que tiene hacerse mayor.
Tengo reservadas mis dos ultimas entradas para El Social para ir a ver con Yolanda la de Polanski.
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