Busta

Nunca me hubiese imaginado encontrarme en la tesitura del pasado sábado. De repente, me encontré en Facebook defendiendo un concierto de ¡David Bustamante! Sí, amigos, un amante como yo de la nouvelle vague y de la nouvelle cuisine, enfangado en debates terrenales sobre un tema que me la suda. Bueno, no tan ajeno, ya que el concierto se va a celebrar en el teatro en el que trabajo. Como es lógico, a mucha gente le choca ver a un cantante de esas características actuando en un local público, como si lo popular no tuviera cabida en su programación. Hubo quién incluso habló de ética, palabra que recomiendo desde aquí se utilice con propiedad, para no desvirtuarla. Palabras mayores para un hecho intrascendente, entre otras cosas, porque se trata de un alquiler del local a cambio de una cantidad de dinero. Autofinanciación para poder programar espectáculos más complejos. Oferta, por cierto, a la que tampoco acudirán los que ahora se rasgan las vestiduras. Es lo que tiene internet, que se puede opinar sobre cualquier tema con total desconocimiento del mismo. 

Sí, amigos, trabajo en un teatro donde va a actuar David Bustamante. No hagáis sangre, por favor. ¿Qué puede ser lo siguiente? ¿Bertín Osborne y Arévalo en "Mellizos"? Me exilio antes de tener que dar la cara de nuevo en facebook.