Seguidores
lunes, 5 de diciembre de 2011
De rodillas
Me preguntan por qué no escribo y les contesto que es mejor así. ¿Guardar silencio cuándo no se tiene nada qué decir? No, porque en ese caso no hubiera existido El Fugitivo del Amor. Mejor callar cuando todo lo que puede salir por esta boquita son escupitajos a diestro y siniestro. En punta se me han quedado hoy los cuatro pelos que tengo dispersos en la cabeza al leer la portado de El Mundo. ¡Vuelven con el 11-M y le dedican toda la página! Parece un intermedio hasta que el registrador de la propiedad de Pontevedra nos diga cuáles son sus recetas para volver a liderar Europa. ¡Pobrecita! La que nos espera cuando intenten tapar que la solución que ofrece el insigne político y sus secuaces es que todo se reduce a joder la vida de nuevo a los trabajadores públicos y sus familias. Me acuerdo de una película casi muda de Mel Brooks, solo se pronunciaba una palabra y lo hacía el mimo Marcel Morceau, donde aparecía una empresa que se llamaba “Abarca y devora”. Pues eso, los que se han llevado hasta los bolígrafos en diputaciones y ayuntamientos, ahí están como ejemplo Mallorca y la Comunidad Valenciana, y sus amigos son los que tienen las soluciones a nuestros problemas. ¡Y encima la tarea se la hemos encargado nosotros! Cómo era aquello que decía la Pasionaria. Ya me acuerdo: "mejor morir de pie que vivir de rodillas". ¡Qué tiempos!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cuanta razón y sabiduría, fugitivo
ResponderEliminar