lunes, 27 de octubre de 2014
Triste
La semana pasada escribí que me daban pena los catalanes y algunos mostraron cierta perplejidad por mi afirmación. Veían en el escrito cierta animadversión hacia los partidarios de la independencia de Cataluña. No, lo que quería decir es que me parece que la Cataluña oficial es un despropósito y que está plagada de golfos que han optado por la independencia para tapar todas las tropelías que han cometido. Y por supuesto que existen muchos catalanes, millones, libres de los pecados de sus mandatarios y que tienen derecho a decidir libremente su futuro. Pero que no se engañen: el mal lo tienen en casa y se equivocarían si buscan culpables fuera. El simplón "España nos roba" resulta ridículo cuando hoy mismo podemos leer en la prensa que se investiga al alcalde de Barcelona por una cuenta en Andorra de 12,5 millones de euros. Pienso en Cataluña y me pongo triste.
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Lo de Trias lo publica El Mundo, aunque el alcalde de Barcelona lo niega. Y dice que va a poner no sé cuántas querellas. Lo de siempre. Lo raro es que no digas nada de la detención de Granados, 6 alcaldes de la comunidad de Madrid y el presidente de la Diputación de León. 52 personas detenidas, la mayoría del PP y alguno del PSOE.
ResponderEliminarYo con cierta gente no pierdo el tiempo. Cuando no esperar nada de alguien es imposible que te pueda defraudar.
ResponderEliminarDe 16.000 millones de euros en tributos que recauda Cataluña 12.000 se van a Madrid. ¿Qué tienes que decir a eso? Que Mas y sus amigotes, los otros políticos, son como Nacho Vidal, también de Cataluña. Siempre quieren más.
ResponderEliminarYo creo que los españoles hacen buenos a los catalanes en casi todo, incluido el nivel de corrupción y ladrocinio. Y sí, CiU es un partido de derechas con dirigentes que han metido mano en la caja...pero por eso lo pagará, bien pagado, en las urnas. No creo que pueda decir lo mismo del PP y del PSOE en España
ResponderEliminarRobar a manos llenas y culpar a otros de tus males es de matrícula de honor en corrupción y ladrocinio. Y de una inmoralidad imposible de superar, porque estás jugando con los sentimientos de millones de personas decentes. Y no conozco una historia más vomitiva y nauseabunda que la última comparecencia de Jordi Pujol en el Parlament. Ni Don Vito Corleone lo hubiera superado. La sociedad catalana, como la española, necesita una regeneración total y absoluta.
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