¡Carol Burnett vive!

Estoy feliz del éxito arrollador de "Perfectos desconocidos", la película de Alex de la Iglesia que ha vuelto a ser la más vista durante las navidades. Que no decaiga. Ayer volví a una sala de cine a ver "¿Qué fue de Brad?", la tragicómica historia de un hombre cercano a los 50 en plena crisis existencial, enfrentado al mundo porque piensa que el universo está en guerra con él. El Brad que da título a la película, interpretado de manera muy convincente por un sobrio Ben Stiller, se embarca en un viaje transformador con su hijo adolescente en busca de una universidad en la que el chaval pueda seguir su formación académica. La madurez del hijo, y del resto de personajes jóvenes de la película, contrasta con el infantilismo del padre, incapaz de asumir su insignificancia, de que que el mundo no gire a su alrededor, miembro de una generación que creía que iba a cambiar el mundo y que lo único que había conseguido es cambiar él, pero a peor. La amargura y frustración del personaje protagonista no resultan insoportables gracias a la  sensatez que transmite cada opinión y acto de su hijo y sus amigas. Un choque generacional conmovedor en muchos momentos, una película adulta en un cine cada día más infantil. Habrá que seguir los pasos de Mike White, guionista y director de "¿Qué fue de Brad?". Al llegar a casa, me puse el resumen de los Globos de Oro, edición que se recordará por ser el año en el que las mujeres de la industria del cine y la televisión dijeron basta hartas de abusos y discriminación. Yo también lo recordaré por la presencia de Kirk Douglas en el escenario, en silla de ruedas y con fuerza y lucidez todavía para hilvanar un breve discurso coherente, y por descubrir que Carol Burnett, una de las grandes comediantes de la historia, sigue viva. Y que sea por muchos años. Aguanté la gala hasta que subió al escenario Oprah Winfrey con cara de "tengo mucho que decir"...

"Las palabras del año pasado pertenecen al lenguaje del año pasado. Las palabras del próximo año esperan otra voz". T. S. Eliot