Han llegado los críticos...

Mi amiga Cosmopolitana cuenta en su excelente blog una elocuente anécdota con el propietario de una legendaria sala de cine de Nueva York. El hombre, ya octogenario, relata la importancia que en los estrenos de otras épocas tenía la opinión de un determinado crítico de cine del New York Times. Cosmopolitana lo cuenta con su gracia y desparpajo habitual. Al leerlo me he acordado de un sucedido que tuvo lugar hace más de 15 años en el local donde yo trabajo, el Social Antzokia. Se celebraba la primera edición del festival Anima Basauri, en su primera etapa. Estaba con Desmon en la oficina y recibí una llamada de taquilla en la que se me informaba, textual, que habían "llegado los críticos". Se lo comenté a Desmon, quien enseguida se puso la chaqueta, y decidimos subir a recibir a tan insignes visitantes. Llegamos a la taquilla y preguntamos a la persona que allí se encontraba, la misma que había realizado la llamada, dónde estaban los críticos. "Allí", nos dijo,"en la caja". Sí, amigos, aunque suene extraño se encontraban en el interior de una caja de cartón. Desde ese día, el taquillero sabe diferenciar un crítico de un "tríptico".

"Preguntarle a un escritor lo que siente por los críticos es como preguntarle a un poste de alumbrado lo que siente por los perros". JOHN OSBORNE