Las abuelas

Las revueltas en Cataluña, sobre todo en Barcelona, como consecuencia de la sentencia a los líderes del Procés ha transformado a la mayoría de periodistas y opinantes en sus abuelas. Solo les falta añadir al final de sus escritos y arengas varias "¡no sé adónde vamos a ir a parar!". Ayer, un tipo  brillante como Juan Soto Ivars escribió lo siguiente: "Qué guay bloquear la estación de Sants a la hora que salen los currantes de trabajar y quieren volver a su casa. Deseando ver cómo interpreta esto mañana la izquierda de Madrid". Le añades "¡no sé adónde vamos a ir a parar!" y lo podía haber escrito su tatarabuela. O su tatarabuelo, tanto monta. Y es que en qué cabeza cabe protestar cuando tus quejas van a tener repercusión. Mucho mejor ir de madrugada, cuando no hay actividad. Yo lo que digo es que si nos empiezan a fallar los listos, ¡no sé adónde vamos a ir a parar!