El domingo se ha convertido para mí en el día de "30 monedas" y sé que es una pasión que comparto con muchas más personas, enganchadas a una historia que se reinventa en cada capítulo y que empieza a coger la consistencia de las obras que perduran. Mi momento favorito para ver la serie de Alex de la Iglesia es el domingo por la tarde, cuando empieza a anochecer. Apago todas las luces, menos las del árbol de Navidad, que le da a la estancia una sensación fantasmagórica, me siento en el sofá y a disfrutar de las andanzas del Padre Vergara y compañía. En el primer capítulo me quedé cautivado con la energía de Megan Montaner y la grandeza de Eduard Fernández. Y ese Miguel Ángel Silvestre, memorables sus escenas de alcoba a pecho descubierto, al que es imposible no querer. En el capítulo 4, el último de los emitidos, irrumpen como dos bestias insaciables Manolo Solo y Cosimo Fusco y se deja entrever otra aparición que promete ser inolvidable, la del actor Víctor Clavijo como el marido desaparecido de Megan Montaner. En resumen, ya queda menos para el capítulo 5.
Sí, tengo puesto un árbol de Navidad...
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