Cumpleaños

Pues sí, celebramos el cumpleaños de Iratxe, Urtzi y Mikel como se merecen. Nos juntamos nueve personas de edades variopintas, desde los 34 a los 55 años. Lo único que nos une es la sed y unas inmensas ganas de pasarlo bien. Primero, tomamos el pulso al envite en el Zas. Unos pinchos de tortilla y unas cuantas cervezas nos sirvieron para empezar a dar ideas sobre donde ir a cenar, a cual más peregrina. Belén volvió a confirmar que es la mejor no-camarera de Bilbao y que nosostros somos unos lumbreras, algo que ya intuíamos. Nos decidimos por el Mao, el mejor restaurante asiático de la ciudad, que es como decir el mejor restaurante asiático de Ávila, con perdón. Nos motivó el hecho de tener un cocinero en exclusiva para nosotros. En el camino, paramos en el Estoril, donde nos tomamos unos vermús. Sin más preámbulos, nos dirigimos al Mao. Cervezas y sake, como compañía de una degustación de innumerables platos japoneses, con ensalada de algas, sopa, susi, tempura, langostinos, setas, arroz, solomillo, salmón, helado de té verde,...hasta el culo. Envié unos cuantos mensajes absurdos a Alex, como hacemos siempre que nos emborrachamos. Sms que hoy me ha contestado con absoluta normalidad, aunque me lo imagino diciendo "ya han vuelto a beber". Acabó la cena y una parte se fue al Azkena y la otra, para casa. Yo fui de los segundos. Me encontraba muy mal, peor que el resto. La culpa, unos gin-tonics que me tomé en solitario en el Jaime antes de la cita en el Zas. Moraleja: no bebas antes si vas a beber después. O como diría el maestro Desmon, "no des por supuesto lo que resulta obvio". ¡Qué resaca!

Un libro: "After Dark", de Haruki Murakami
Una película: "Cuentos de Tokio", Jasujiro Ozu
Una canción: "Can´t buy me love", The Beatles