¡Viva la privacidad!
Y ahora, la de Scorsese. La misma milonga que con la película de los Coen. Para unos, una obra maestra y para otros, un despropósito. Y yo, a dictar sentencia. Demasiada responsabilidad. Lo voy a hacer porque insistís, pero creo que va a ser la última vez. Os tendréis que buscar otro gurú, alguien más joven y con las neuronas menos dañadas. Por cierto, el domingo me agaché a recoger una película que mi hija había tirado al suelo y todavía no he conseguido ponerme recto. Ayer fui al ambulatorio, a urgencias, y me pusieron una inyección para hacerme más soportable el camino hasta la normalidad. Imaginaros la escena: yo, con los pantalones por los tobillos, los calzoncillos por las rodillas y el culo en pompa. De repente, empieza a entrar gente que aquello parecía la Gran Vía. Ante semejante alboroto les comenté que ya puestos mandaran pasar también a la persona que estaba en la sala de espera. "Se llama Susana, y la conozco", les dije. Se rieron y continuaron con sus cosas. ¡Viva la privacidad!
Podias haberte evitado todo eso del ambulatorio, poniendote en la zona dañada un paquete de lentejas, calentadas previamente en el microondas. Mano de santo.
ResponderEliminar¿Estaba por allí Nacho Vidal?
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