Todos locos

Albert Rivera estuvo a un paso de ser Macron y acabó todo loco. Mientras tanto, su partido se convertía en residual y la extrema derecha se afianzaba en el panorama político. Ahora, Pablo Casado lleva camino de seguir los pasos de Rivera, a chorrada diaria, con un más que evidente desenlace que pone los pelos de punta. ¿Serán tan tontos que no se dan cuenta de que van hacia el precipicio? Igual es ya el momento de pensar que aquí los tontos somos nosotros y lo que estamos viviendo es una jugada maestra para la vuelta triunfal de la España Eterna. Puede sonar a barbaridad, pero no puede ser que de repente tanta gente se haya vuelto tarumba porque sí. Me imagino a un pequeñajo y con bigote, en plan malvado de película, con una bola de cristal entre las manos, urdiendo todo tipo de maldades. Ha empezado la reconquista y van en serio. Llamadme loco...