¡Vaya tropa!

No consigo quitármelos de la cabeza. Me refiero a Camps, a Costa y al Bigotes. No puede ser verdad que existan. Tienen que ser actores contratados para hacernos creer que el mundo funciona como es debido. Verles e inmediatamente me dan ganas de tomar una copa e ir de fiesta. He leído que el Bigotes es familiar de Pajares. Claro que sí. Y si no debería serlo. ¡Como se lo han tenido que pasar! Me imagino a Rita Barberá en plan Florinda Chico censurándoles por sus travesuras y ellos ríe que te ríe. Con una tropa así yo iría a cualquier parte. ¡El fiestón que podían haber montado el sábado en Madrid, en la manifestación contra la ley del aborto! Antes, durante y después. Sí ser español es un orgullo, ser valenciano tiene que ser la leche. Un descojono.

Un libro: “La aznaridad”, de Manuel Vázquez Montalbán
Una película: “La escopeta nacional”, de Luis García Berlanga
Una canción: “El chiringuito”, de Georgie Dann