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miércoles, 29 de diciembre de 2010

La cesta de navidad

“Qué quieres que te diga, me parece bien que no os den cesta de navidad”. Esta frase es la que más he oído en este final de 2010. Y no por repetida deja de ser ridícula. No me están quitando la cesta de navidad, sino que me están robando un dinero que me corresponde y que, entre la empresa y los trabajadores, decidimos que se plasmara en una cesta. Se suprime por considerarlo un gasto superfluo. ¿En quién repercute esa medida con tan buena prensa? En los de siempre, en los trabajadores que menos ganan. Qué le importa al político o al alto funcionario, corrupto u honesto, una cesta de navidad de 100 euros cuando a su casa llegan cestas o regalos de cientos o miles de euros. Y el pueblo llano encantado de que a los empleados públicos nos quiten nuestro modesto aguinaldo navideño. Es el principio del fin. Luego no os quejéis.

1 comentario:

  1. Podemos decir que estamos estresados y abandonar en masa nuestros puestos. Total, las películas las van a piratear de todas formas...

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