Ya casi nada nos sorprende. Insultan nuestra inteligencia y miramos para otro lado. Nos quieren mansos y nos convertimos en corderitos. El problema es que por mucho que nos arrodillemos, siempre van a querer más. Son insaciables. Y siguen una de las máximas de Desmon: “mentir aunque te vean”. Sería gracioso sino fuera trágico. Ahora nos intentan vender una reforma laboral del XIX y para ello nos cuentan que los parados estarían encantados de trabajar sin ninguna garantía con tal de ganar unas pesetillas. Y lo que viene es tan cruel que no lo quieren hacer público hasta después de las elecciones andaluzas. Hoy voy a secundar un paro de 4 horas y me voy a manifestar por las calles de Bilbao como protesta ante los abusos que se avecinan. Panda de desalmados.
La frase del día (nueva sección de El Fugitivo): “Detrás de cada chica tatuada o con “piercing” hay un padre que no la abrazó lo suficiente”. Salvador Sostres, periodista al que no abrazó ni su padre ni su madre, El Mundo.
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