Zinemaldia

Las mejores películas que he visto estos días en Donostia son una china y una rumana. Y no lo digo para que penséis que soy un tipo especial, uno de esos amantes de cinematografías exóticas (Sin ir más lejos, acabo de participar en facebook en defensa de Spielberg y de una de sus obras maestras, "Munich"). Además, tampoco invento nada, la rumana -"La postura del hijo"- ganó el Oso de Oro en Berlin y la china, el premio al Mejor Guión en Cannes 2013. Y esta última - "A Touch Of Sin"- la dirige uno de los grandes del cine contemporáneo, Jia Zhang-Ke. También he disfrutado con una excelente película francesa, "Jeune et  jolie", del ganador de la última Concha de Oro, Francois Ozon. Una revisión de "Belle de Jour" pero con adolescente en lugar de Catherine Deneuve.Y me ha decepcionado "Condenados", del otrora imprescindible Atom Egoyan, con un insípido Colin Firth. También me ha desilusionado, y mucho, la última de Bertrand Tavernier, "Quay D´Orsay", basada en un conocido comic y que me hizo sonreír en los primeros minutos y bostezar en el resto del metraje. Y lo curioso es que mientras yo daba cabezadas el resto de los asistentes se partían la caja. Simpática la mexicana "Club Sandwich", aunque no deja de ser un corto alargado. La última película que he visto de esta edición del Zinemaldia ha sido "La herida", de Fernando Franco, una patada en el estómago hecha cine, con una excelente Marian Álvarez de protagonista. Aunque para mi esta edición es la de "Las brujas de Zugarramurdi", una tronchante comedia de Alex de la Iglesia. Con un ritmo endiablado, Alex nos atrapa desde la primera y magistral secuencia y no nos suelta hasta los títulos de crédito finales. Una mezcla perfecta de comedia y cine fantástico, con el inimitable poderío visual marca de la casa. Hacia mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien. Una experiencia inolvidable.