La chica a la que le gustaban los feos...

Si hacemos caso al cine de Hollywood que se ha estrenado este verano, la tercera guerra mundial está al caer. Si a los que prestamos atención es a los cineastas de festival, caso de San Sebastián, la vida es muy perra, con o sin guerra mundial en perspectiva. El panorama es desolador y nos lo cuentan en todos los idiomas posibles. La tierra está a punto de explotar y yo preocupado porque he cogido dos kilos de más durante mi estancia en Donostia. Soy un frívolo y así moriré. Además de cine, el Zinemaldia es el lugar perfecto para comer y beber con fundamento y reencontrarse con los amigos de la profesión, el que los tenga. No es mi caso, ya sabéis que yo a los amigos los llevo de casa. Es que son a los únicos a los que soporto y lo mío me cuesta. He vivido alguna anécdota divertida durante los últimos siete días. Por ejemplo, el sábado, durante el cumpleaños de Carolina Bang, me encontraba en animada charla con una de las asistentes, una chica que a pesar de su inteligencia tuvo tiempo para el disparate. Y es que una cosa no quita la otra. Hablaba la susodicha de los actores y de que a ella no le gustan los guapos. "Es que a mi me gustan los feos", dijo toda ufana ella. Y redondeó la frase con un dato definitivo: "Me gustan los actores feos, como...¡Viggo Mortensen!". Sí amigos, la chica es de fácil conformar y quiso que lo supiéramos. Otro momento mítico ocurrió el martes y tuvo como protagonista a Gudari, un clásico. Imaginároslo paseando junto al Kursaal con Yolanda, su compañera y santa. Al llegar a  la alfombra roja dos señoras mayores apostadas a la caza de famosos -lo mismo les da un concursante de "Hombres, mujeres y viceversa" que George Clooney- le impiden el paso. Las increpa como acostumbra y las señoras se revuelven y le dicen "tú lo que deberías hacer es adelgazar". Que ganas de hacer daño...