Conocía a Carlos Vermut de oídas, por comentarios aparecidos en prensa y en redes sociales. No había visto su primera película, "Diamond Flash" -no veo cine en internet, aunque habrá que hacer un excepción-, por lo que mi sorpresa ante "Magical girl" fue mayúscula. Una película sorprendente, con un guión soberbio y unos actores en estado de gracia. Una Concha de Oro incuestionable, premio al que podían haber optado también las excelentes "The drop (La entrega)" o "La isla mínima", películas que también aparecen en el palmarés de esta 62 edición del Zinemaldia. El único pero que veo a la decisión del jurado es la ausencia de "Loreak" entre las premiadas. Espero que la película de Jose Mari Goenaga y Jon Garaño tenga más suerte en los próximos festivales de Zurich y Londres. Y un apunte: incomprensible el trato dado por el Festival a Nastassja Kinski. Una actriz que ha protagonizado películas de Polanski, Coppola, Wenders, Schrader, Lattuada o Konchalovsky se merecía un mayor protagonismo. Y un respeto.
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