De locos
Lo del cine no tiene remedio. Este mes solo se puede ir a una sala por militancia. Ni una película con un mínimo de interés. con dos o tres superproducciones que se adelantan a las que coparán los cines durante el verano y otras tantas películas menores que la situación penosa que vivimos hace que pasen por "películas de autor". Y lo digo yo, que soy menos exigente que un votante del PP. El futuro más próximo tampoco es como para echar cohetes, aunque se estrenarán algunos títulos con pedigrí: "Una paloma se posó en una rama (A reflexionar sobre la existencia)", de Roy Andersson, León de Oro en el Festival de Venecia 2014, la mexicana "Güeros", de Alonso Ruizpalacios, "Lazos de sangre", cine negro setentero de la mano de Guillaume Canet, o "Inside Out (Del revés), la nueva película de Pixar estrenada ayer en el Festival de Cannes. En Bilbao siempre nos quedará la excelente programación de la Zinemateka de la Alhóndiga, con el ciclo Centenario de Orson Welles hasta el próximo 4 de junio. Si la calidad brilla por su ausencia, el gran público ha desertado de las salas y la próxima vez que vayan al cine será cuando se estrene la continuación de "Ocho apellidos vascos". Es lo que hay. Ir a ver una película a una sala de cine lleva camino de convertirse en una excentricidad. En una cosa de locos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario