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martes, 10 de noviembre de 2015

Los jefes


No pienso hablar más de Cataluña. No voy a las reuniones de vecinos de mi portal como para preocuparme por el devenir ajeno. Solo una pregunta, ¿qué  pensara Mas, y todos los mases que en Cataluña habitan, sobre su situaciön? Me refiero a la nueva realidad  a la que se ve sometido un hombre de orden a manos de unos antisistema. Ni Kafka.  Sin más. Además, el tomar partido por unos o por otros, o por ninguno, como es mi caso, hace que pierda adeptos y yo necesito que me quieran. Por ello he decidido volcarme en los temas domésticos, esos que hacen grupo. Por ejemplo, en mi oficina se vive en un estado permanente de nerviosísmo. La gente anda muy alterada y me da que no llegamos a 2016 sin algún sobresalto. Uno de mis compañeros me dijo ayer en estado de shock: "Soy del ISIS, con H". Como un cencerro, pensé. Luego me lo aclaro con una nada tranquilizador: "Milito en el Estado Histérico". El citado miembro del HISIS es el mismo que la semana pasada, ante mi reticencia a tomar ibuprofeno para mitigar un dolor, me contestó de forma airada,  "los de tu generación sois unos soplapollas, os habéis metido de todo y ahora venís con lo de igual no tomo ibuprofeno porque han dicho que tiene efectos secundarios. Panda de imbéciles". Algo de razón tiene, como casi todos los locos. Cuando veo que la cosa se pone tensa echo mano de veteranía: "Calla, le digo, no pierdas energía en lo superfluo. Te voy a contar la última del cantamañanas del jefe...". Mano de santo, se le tensa la cara más de lo recomendable pero consigo que desvie todo el odio hacia un único punto. Menos mal que existen los jefes...

2 comentarios:

  1. Ya te lo recordarçe yo el día que te entregue mi próxima factura de 10 páginas.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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