Seguidores

jueves, 2 de febrero de 2017

El trabajo


"24 años trabajando en el mismo sitio, seguro que tienes alguna anécdota que contar", me dijeron ayer. Las tengo, pero las interesantes, las más divertidas, las tengo que obviar por inoportunas. Al principio acudía a todos los saraos que se celebraban en Bilbao, sin ningún criterio. Un día, ya lo he contado en alguna ocasión, en la discoteca del Hotel Ercilla hice una cadeneta con Los del Río, mientras cantaban "Macarena". Y aparecía en las crónicas de sociedad, rodeado de gente de cutis fino, y la vida era lo más parecido a una fiesta. Aburrida, eso sí. Tardé en darme cuenta, igual estuve cinco años en el candelero, pero un día decidí no acudir a más actos sociales. También recuerdo el día en el que tuve que comprar droga para un actor que se negaba a salir al escenario. Pero esto es algo que tiene que quedar entre nosotros. Igual lo he soñado. Ya os conté hace poco que sueño despierto, todo el rato, escapando de una realidad que me asfixia. La gente piensa que mi trabajo es divertido, que he tenido la suerte de convertir un hobby en mi forma de vida. Comprar drogas, bailar Macarena y cosas así. Ya te digo...


"Me gusta y me fascina el trabajo. Podría estar sentado horas y horas mirando a otros cómo trabajan". Jerome Klapka Jerome

La foto no tiene nada que ver con el texto. Me gusta, nada más. Está sacada esta semana en Harlem. Autora: Dana Gardeazabal 

2 comentarios: