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jueves, 8 de marzo de 2018

Love


Ayer ví "Lady Bird" y me gustó. Es más, me parece mejor película que "Tres anuncios a las afueras" y "La forma del agua". Es verdad que está llena de tópicos, que sabes todo lo que va a pasar, que lo has visto ya en infinidad de películas sobre jóvenes, pero Greta Gerwig consigue que casi parezca la primera vez. También le ayuda su falta total de pretensiones, que nunca subraye lo evidente, que todo surja con normalidad, sin estridencias. Lo que peor llevo es el buen rollo del padre, de todos los curas y monjas que aparecen, su bonhomía, su generosidad y su comprensión. Y luego está la protagonista, la para mi desconocida Saoirse Ronan, que la quieres o la odias, y a pesar de unos comienzos titubeantes, decido que la amo, que quiero compartir con ella su viaje de la adolescencia a la aparente madurez. Según transcurre la película consigue llevarme a su terreno, paso de la animadversión al amor absoluto, de parecerme vulgar y caprichosa a poseedora de un atractivo irresistible. Entiendo a quien no haya sentido esa atracción. Lo siento por ellos. El amor llega así, sin avisar...

"Estoy tan contenta de verte que podría asesinarte". Frase escuchada en la serie "Girls"

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