Uno de los mayores disgustos que me he llevado en mi vida fue durante el Mundial de Estados Unidos, el día que descalificaron a Maradona por dar positivo por cocaína. No porque descubriera que mi ídolo era un drogadicto, algo que ya sabía y me traía sin cuidado, sino porque me impidió seguir viendo competir a un futbolista superdotado y único, miembro de una banda de genios con muy pocos componentes, tres o cuatro, no más. El último de ellos es su compatriota Leo Messi, otro jugador superlativo que puede decir hoy adiós al Mundial de Rusia. Y como hace 24 años, mi disgusto puede ser de los que hacen época. Para mí Messi y Maradona son el fútbol, no los imagino practicando otro deporte, no son atletas, son futbolistas, unas personas complejas, ajenas a la realidad, dos pibes que solo saben expresarse en un campo de fútbol. Comentan que Leo no suele ver partidos, que no le divierten, que solo disfruta jugando. Espero que hoy sea uno de los días más felices de su vida, por Diego, por mí, por el fútbol.
"Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha". Diego Armando Maradona
Tambien disfruta defraudando a Hacienda.
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